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Hoy, 15 de abril, celebramos el día del Arte y por ello hay que tener en cuenta la moda ya que forma parte del mismo. La moda va mucho más allá de lo funcional o lo estético. Es una forma de expresión cultural, emocional y visual, igual que la pintura, la escultura o la música.

A continuación se explicará por qué la moda debe considerarse una disciplina artística en toda regla y estar presente en el día del arte:

 

LA MODA CUENTA HISTORIAS

La moda no es solo una elección estética, sino una herramienta narrativa. Una prenda puede contar una historia personal, hacer referencia a un contexto histórico o lanzar un mensaje social. Al igual que una película o una novela, una colección puede tener personajes, emociones y tramas que se desarrollan en pasarela.

En la colección “The Circus” de Dior Haute Couture Primavera 2019, Maria Grazia Chiuri rindió homenaje al universo del circo, reinterpretándolo desde una mirada femenina. Los colores, siluetas y detalles evocaban el espectáculo, la fragilidad, la fortaleza y el equilibrio, convirtiendo cada look en un personaje dentro de una narrativa visual.

ES FRUTO DE UN PROCESO CREATIVO COMPLEJO

Diseñar moda requiere una metodología artística: se parte de una idea o inspiración, se desarrollan bocetos, se investiga sobre materiales, referencias culturales y formas. Luego viene la parte técnica: patronaje, costura, pruebas, modificaciones… Es una disciplina que une el pensamiento abstracto con la ejecución manual, como lo haría un pintor, un escultor o un arquitecto.

Iris van Herpen fusiona moda, ciencia y arte en sus creaciones. Usa impresiones 3D, tecnología láser y materiales inusuales para construir piezas que parecen sacadas de otro planeta. Cada diseño es resultado de meses de investigación, modelado digital y experimentación técnica.

TRANSFORMA EL CUERPO EN UN LIENZO

La moda es una forma de escultura en movimiento. A través de la ropa, el cuerpo humano se convierte en soporte artístico: se moldea, se altera, se embellece o se distorsiona. Es arte que camina, que se adapta a la anatomía, que respira con quien lo lleva puesto.

En el desfile de Alexander McQueen FW 1999, la modelo Shalom Harlow se colocó en una plataforma mientras dos brazos robóticos rociaban pintura sobre su vestido blanco. El cuerpo se convirtió literalmente en lienzo y el acto performativo fue una obra de arte en sí misma.

REFLEJA LA ÉPOCA

Como el arte, la moda es espejo de la sociedad. A través de sus formas y estilos, revela los valores, conflictos y cambios de una época. Analizar cómo vestía una generación es comprender su contexto político, cultural y económico. La moda documenta la historia de una manera tan válida como una pintura o un manifiesto.

En los años 20, Coco Chanel revolucionó la moda femenina proponiendo siluetas rectas, cómodas y sin corsé. Sus prendas representaban a una mujer moderna, independiente, que reclamaba espacio en la vida pública tras la Primera Guerra Mundial.

DESAFÍA NORMAS Y ROMPE MOLDES

No toda la moda busca belleza convencional. Hay diseñadores que, como los artistas contemporáneos, provocan, cuestionan y exploran lo extraño o lo incómodo. La moda también puede ser crítica y política, rompiendo estereotipos de género, raza o clase social.

Rei Kawakubo, de Comme des Garçons, ha desafiado constantemente las nociones tradicionales de forma y feminidad. Sus colecciones presentan prendas amorfas, asimétricas y abstractas, invitando a repensar el cuerpo y el concepto de “vestirse bien”.

COMBINA BELLEZA, TÉCNICA Y MENSAJE

Una obra de arte no solo es estética; también tiene un discurso. Lo mismo ocurre con la moda artística: las mejores piezas no solo son bellas, sino que esconden ideas poderosas detrás de su forma. En ellas conviven diseño, ejecución y mensaje.

 En su colección “Les Tatouages” (SS 1994), Jean Paul Gaultier bordó tatuajes sobre prendas transparentes, resignificando el cuerpo tatuado como símbolo de identidad, marginalidad y expresión personal. Combina artesanía textil con narrativa visual.

PUEDE EMOCIONAR E INSPIRAR

La moda, como la música o la pintura, puede generar emoción. Un desfile puede conmover, una prenda puede inspirar, una colección puede tocar fibras sensibles. A veces, basta un gesto estético bien ejecutado para generar un impacto duradero.

En Valentino Haute Couture FW 2022, Pierpaolo Piccioli apostó por la diversidad real en pasarela: modelos de todas las edades, tallas y etnias lucieron prendas exquisitas, mostrando que la alta costura también puede ser inclusiva y profundamente humana.

VIVE EN EL DÍA A DÍA

A diferencia de muchas disciplinas artísticas, la moda se incorpora a lo cotidiano. No está solo en galerías o pasarelas: vive en las calles, en el trabajo, en las celebraciones. Cada persona, con lo que elige ponerse, compone una micro obra diaria.

Vivienne Westwood utilizó la ropa como herramienta política, fusionando el punk con referencias históricas. Su legado no solo está en museos, sino en la calle, en quienes visten con actitud rebelde y pensamiento crítico.

Como hemos podido ver, la moda (como arte) cuenta historias, es fruto de un proceso creativo complejo, transforma el cuerpo en un lienzo, refleja la época, desafía normas y rompe moldes, combina belleza, técnica y mensaje, puede emocionar e inspirar y además vive en el día a día.

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